diciembre 12, 2006

Veo venir
tu tijera psicótica
de cortar y cortar.
Porque nos conocemos.
Porque veo hincharse tu cara.

noviembre 30, 2006

Cuestiones en llamas.
Ponemos el mantel.
Abrimos las ventanas.
Hacemos la cama.

noviembre 05, 2006

Entre Pergamino y Arrecifes.
La señal de radio se pierde.
Los silos descienden como naves nodrizas.
Los Acoplados Gárgano se alimentan.
La joven de ojos verdes, en el asiento 24
Quiere pan.

octubre 05, 2006

En su casa,
entre vasos copas velas
y compacts de Steely Dan.
Conserjes, invitados, tríos,
falsos bailarines de Gurdjieff,
colores de campos regados.
Alguien nos habla de economía,
de la vida en marte.
No escuchamos,
nos juramos quien sabe qué.
Promesas-desiertos-juegos.
Hasta que tu golpe en la cabeza
me despierta.
Salimos y recordamos.
El tango en Londres.
Cuando comía de tus manos.

septiembre 19, 2006

Lo útimo que ví
Fue la sala de operaciones.
Rostros difusos.
Cuando me quise acordar
Ya estaba de pie.
La vida me fue adoptando.
Volvieron las palabras.
Con el tiempo dejé de juzgar.

septiembre 07, 2006

Llegamos en taxi, los dos con anteojos.
Los tuyos negros.
Entre saludos y empellones nos perdimos de vista.
Te perdí.
Fui hasta el backstage, revisé la carpa, tus botellas de agua,
y solamente encontré
viejas peleas por el disco de Tom Petty
que te regalé.
Saltaste al escenario sin red, aullando
Componiendo el vitraux de tu ausencia
Cromática en mi interior.
La luna llena en el estadio hacía más fría la noche.

agosto 09, 2006

Hoy, tu wincofón se apago.
Dejaste el yunque y la pecera
En el fondo
Escapando al incinerador
Oliendo a hollín
Como un cartonero Báez
En carnaval.
Te aniquiló la visión de la conquista.
El territorio.
Las luces de navidad.
En la madrugada
Juntabas arroz que caía del cielo.
Te escuché entonar el himno.
No volviste a cantar.

agosto 02, 2006

Cuando ella te traía las sandalias
Y te proponía la vida artesana
La seguiste hasta Brasil
Bebiste de su ayahuasca
Te encadenaste a sus pies.
Brillaste con su luz de medusa.
Bajaste como estatua de sal.
Hombres de Adamsky te devolvieron a casa.
Sangrante la sinapsis de tu bohemia.

julio 31, 2006

"Un problema mecánico", me dijiste
la tercera vez que el capó se abrió en la ruta.
"Nada importante", mientras bajabas
lo volvías a cerrar
y ponías marcha de nuevo.
Lo recordé una semana más tarde.
Con el diario en la mano.

julio 12, 2006

Voy de acá para allá.
Me convierto en un viejo loco.
Saco de la basura mis fotos.
Escondo mis discos.
Mis papeles amenazados.
Busco hacerme un lugar
pero ya no hay casa.

julio 03, 2006

A veces me encuentro perdido.
Bajo del tren o del subte,
miro a la gente, y
no sé dónde estoy o porqué.
Creo conocer a algunos de otra vida
los sigo o detengo su paso
y les pregunto por sus trabajos.

junio 16, 2006

Vivíamos en La Gran Muralla.
Por entonces, nadábamos en el Yang Tsé.
Allí estaba el Gran Campeón Mao
lanzando salvavidas de libros rojos.
Tío Ho, un dromedario de ideas.
Y Pol Pot, que ganó publicidad
construyendo diques baratos con cadáveres.
Cuando el agua subió y nos contaminó
los doctores sentenciaron:
virus de izquierda, con gangrena de derecha.
Recomendaron amputar.
Cortar aquí. Cortar allá.
Quedó poco.
Con el desecho sanitario
rellenaron las tierras bajas del capitalismo
creando un gran cinturón ecológico.
Hoy, mandan Los Gerentes Saludables.
Que no tienen venéreas.
Ni el Partido Comunista Chino
pudo salvarnos aquella noche.

mayo 31, 2006

"Unos hombres preguntaron si ud. vivía acá",
me dice la viejita.
Es la policía secreta que vuelve.
"Servicios", les llaman.
Creen que no sé que estan ahí.
Pero yo, los dejo en sus coches.
Con sus paseos nocturnos.
Sus guardias en la esquina.
Mientras bebo, tiro la ropa al piso
y sintonizo en la radio viejas melodías.
Voy a ducharme.
Estoy bastante sucio.
La piel golpeada.
Que me esperen.

mayo 22, 2006

Uno, dos; uno, dos. Va!
Sacar la bronca. Eso dicen.
Uno, dos; uno, dos.
Una paliza a tiempo. Va!
Uno, dos; uno, dos.
Veo el gancho. Alzo mis puños.
Uno, dos; uno, dos.
Va el golpe. Viene.
Esquivo. Esquivo. Ugh!
Siento la herida.
Un cuerpo cae.

mayo 08, 2006

Me pregunta en el aeropuerto
si subimos las escaleras.
Le digo que sí
por no dudar.
Damos una vuelta.
Las maletas tiemblan.
¿Qué avión tomaré?
¿Qué avión tomará?

mayo 03, 2006

Escucho a Chet Baker en pijama.
Una compilación de viejos temas
en el living.
Los recuerdos visten rostros
en espejos arrugados.
Te abrazan, y cambian de vereda.
Les gusta mentir.
La traición da comienzo a una larga noche.
Se mezclan las voces en los conventos.

abril 24, 2006

Nos instalamos en la hostería
de la Mina I.
Corrimos desde al auto hasta el acceso
entre cómicos copitos de nieve.
Un cartel indicaba "cerrar la puerta"
para mantener templado del salón.
En las mesas
unos pocos,
esos afortunados,
que se divierten de tarde,
compartiendo chocolate caliente y tonterías.
De noche, el inconciente diluido en alcohol.
El punto justo para llegar a la habitación
en dos pasos y un desmayo.
Y ellos ahí se quedan, arrobados por el paisaje,
riendo a carcajadas,
murmurando comentarios
que no harían en la ciudad.
Imprevistamente,
se escucha una vieja canción de los Dire Straits.

abril 17, 2006

El cordel blanco de tu saco
atrapó al mío. Lo enredó
en el andén atestado.
Anudó
el botón la cartera el saco.
El bolsillo la hebilla el cinturón.
Eso me dijiste.

marzo 28, 2006

Cansado,
la boca seca por el polvo
rechinando en los dientes,
y la ropa sucia, ajada, olorosa,
abandono el sendero de tierra
y vuelvo a la ruta.
Sé que este no es el camino,
que la cena se enfriará,
que no llegaré a tiempo.
Que ni siquiera volveré a casa.

marzo 22, 2006

Estan esos días en que llego tarde al trabajo.
Me distraigo en la estación.
Me retraso en casa leyendo el diario.
Pierdo tiempo en el desayuno.
También en el baño.
Son esos días
en que no presto atención al reloj.
No corro al tren.
Ni me preocupo por conseguir
un asiento libre.
Veo a la gente con otros ojos.
Incluso, llego a creer que son buenos.
Pero me dura poco.
Lo habitual es que llegue a tiempo.
Que no me distraiga.
Que busque con afán mi asiento.
Que choque mi cuerpo con ellos.
Que me sienta otro cuervo.

marzo 17, 2006

Una mujer muy bella y sin edad
en la escalinata del auditorio
tropieza
y cae.
Le extiendo la mano mientras
recuerdo a Marlowe:
"Levántese preciosa, parece un pequinés"(*) .
Se incorpora con gracia,
aunque ya no importa.
Me dice en un suspiro:
"Chandler, 'El sueño eterno', página 100".
Tomamos juntos un café.
Intercambiamos teléfonos.
La mismísima Carmen Sternwood.

(*) "Get up, Angel, ...you look like a pekingese."

marzo 14, 2006

Enormes mangueras boas
abrazan tanques de gasolina
descargan combustible
y danzan su ritual.
Algunos conductores
estacionan sus T. Rex
unos metros más allá.
Descansan.
Se refrescan. Usan los baños.
Miran la tv del bar.
Piden agua para sus mates.
Vuelven al camino.
Los cuento. Seis en una hora.
Me interrumpen.
Traen en un plato
mi hamburguesa con papas.

marzo 07, 2006

2000 km al sur.
Las palas mecánicas
extraen petróleo.
Entre vegetación baja, raleada,
orinada por guanacos
que cruzan la ruta despreocupados.
Tomamos curvas rápidas cerradas
pegados al guard-rail dañado.
Pasamos camiones con acoplado
que transportan tubos como obeliscos.
Carteles
que anuncian pueblos de cinco casas.
Un cementerio
que recuerda los muertos olvidados.
Llegamos a la zona de lomas.
Con ráfagas de 80 km por hora.
Las nubes reflejadas en el espejo retrovisor.
En la radio suena
Entrando por la puerta exterior.

marzo 02, 2006

Pequeños hombres y mujeres.
Portan tambores. Baten su caida.
Rumble-rumble-rumble.
Tum-tum-tum.
Cerca del petit mal del abismo.
Figuras ahora humanas
Ahora no humanas.
Rumble-rumble-rumble.
Tum-tum-tum.
Pizarros y amazonas.
Bailo entre ellos.
Rumble-rumble-rumble.
Tum-tum-tum.

febrero 27, 2006

Subimos al ascensor por subir.
Nadie dice no.
Nos perdimos en las sillas.
Luego el suelo.
Su tatuaje se abrió entre juegos.
Leí la mancha de Rorschach
en sus manos.
La ví dormir sin memoria.
Me dio miedo.
En la madrugada
Cuando empezó a clarear
Giré la llave sin hacer ruido.

febrero 22, 2006

Se revela en el espejo.
Levanto la vista, y la veo.
Viene y me pone el collar.
Me hipnotiza. Me exige ruego.
Me lleva hacia aquí hacia allá.
Acercarse alejarse dejarse caer.
Golpear Gatear.
Ahí vamos de nuevo.
Soy tu grito de Munch.
Soy tu lunar.
Soy mudo.

febrero 17, 2006

Me resistí a quitarle la ropa.
A que me quitara la ropa.
Me dediqué a hablarle de tierras,
de estrellas.
Ella no era Umma Thurman.
Le conté de guerrillas
y de robos a bancos.
Inventé historias de Beatles
y de canciones olvidadas.
De poetas chinos y fantasmas.
Ahora termina la noche,
entran los rayos del sol.
Y ella ya lo sabe,
yo no soy John Steed.

febrero 10, 2006

Dicho a Sam Shepard:
En ese motel, en esa ruta
Perdí la memoria. En compañía.
Recuerdo un cartel luminoso
De bienvenida
Un cenicero sucio
Un televisor encendido
con un relator de fúbol
afónico
gritando goles que no fueron.
Y una voz en el cuarto vecino.
Llamándome insistente.
Intenté hundirme en la almohada.
Desvanecerla en alcohol.
Ahogarla en la ducha.
No recuerdo más.

febrero 06, 2006

Los gigantes
Obreros de alquitrán
Sacan lustre a la ruta.
Camino del puente
En La banquina
Un auto con luces intermitentes.
Dos figuras se mueven en su interior.
No me detengo.
La esquina de Crotto
Languidece en su boliche
A lo lejos.
Un farol rojo encendido, perdido, lento,
Agoniza toda la noche.
Mejor esperar el día
Sin anuncios.
Aguardo en el peaje.
A un costado
Las luces apagadas.

enero 31, 2006

Maldición esos bichos pegados al vidrio
que estallan en los focos del auto
en el espejo
algunos todavía se mueven
como yo.

enero 30, 2006

Hago promesas.
Le hablo al oido.
Un poco de humor.
Dirían un caballero.
Casi un conde.
Cruzo la puerta.
Simulo equilibrio.
Un buen intento.
Pronuncia mi nombre
y me delata.
Estiro las piernas.
No puedo seguir.
La desato.
Escapamos.

enero 26, 2006

Vuelvo al momento del crimen.
Ni un millón de dólares lo arregla.
Esta hecho. Las marcas.
Ella dice que recuerda mi nombre.
Le cierro la boca.
Muerde sus labios.
La perdición de esas piernas jacobinas.

enero 19, 2006

Bajo el metro en el subte.
Escaleras. Túneles.
Gritos de trenes.
Rostros metálicos.
Piernas filosas.
Ríos de rock.

enero 02, 2006

Despierto del sueño
en un pueblo con nombre demente.
Me reconozco de a ratos
husmeando una habitación gris
entre esteras menesterosas.
Un ventilador de tiempos de guerra,
ocupa un rincón.
Sus paletas doradas
asistieron doctores, ministros, diputados.
Un metrónomo a golpes de gota
hipnotiza.
El grifo de la ducha destartalado
sobrevive en un resto de porcelana.
Abajo, en la sala, un viejo
cuelga un cigarro de su barba sucia.
Sus ojos dicen que sueña puñales que apuñalar.
Ahora, el silencio atrona.
Me pega el viento al borde del lago.