agosto 09, 2007

Me lleva tres días bajar del dolor.
Eso, sin pastillas.

La escalera infinita del subte
acompaña el anuncio del tiempo
y voy captando en mi columna
vibraciones, como un telépata lumbar de los objetos,
mientras la gente pasa en Fórmula 1
caminando a mi lado.

Las escalones crecen,
las baldosas se expanden
un universo urbano inflacionario.
Stephen Hawking y
mi pequeño Big Bang callejero.
¿Así caminaría Bioy?
Lento con Borges.
Más tiempo para pensar.
Para ver pasar.
Para verse pasar.

Ahí voy, como un muñequito de Gerry Anderson.
O, como un Robocop de civil.
Con toda suerte,
zombi, aún no.
.