diciembre 13, 2011

Alguna vez
me escondiste
en tu pollera grande,
cuando me ofrecí a quitarte las medias
renacentistamente.
Un amo del esclavo del amo.
Un puerto cazabobos
en el que encallan los felices de un día.
Me disciplino a tu magia
diezmado
bailando sones que no son de este mundo.