octubre 19, 2012

Salimos a la calle
calefacccionamos el alma
Con Lánidos
Enracimados
flecos de dedos con dedos
párpados de párpados
que han visto el día
dormidos en su letargo
señueros
Sin ojos
Ciegos más allá de la luz
Camellos montados
Sobre narices de barcas
Gélidas
Toman rumbo a tu tierra.
Cobijo de perros
flacos.
Los muertos de la ruta.
Los que ladran para seguir vivos.
Como ladramos nosotros.
Se reúnen en jaurías
Se amuchan.
Gruñen rapsodias.
Bufones.
Mientras bajo la tierra
En túneles dónde los hombres topo
Sobrevivimos sin sol
En el planeta inerte
Jugamos con restos del amor
regados
en jardines de cristal.

octubre 03, 2012

Te irritó.
Te dio miedo.
Descubrirme.
En la caída del sol.
El silbido del viento.
El gesto inesperado.
Una noticia.
Un desconocido.
En la calle.
La canción de un auto que pasa.
En el silencio, después.
Un descanso en la ruta.
Un comentario.
Una poesía
y otra.
El repiquetear de la lluvia en la ventana.
Un recuerdo.
Un sueño.
Una mañana de invierno inglés.
Mi rostro bajo un abrigo.
Despierto en tu ventana.
En la avenida que desciende.
Un mendigo en diagonal.
Un instante de luz.
Un retorno.
Te irritó.
Te dio miedo.
Te gustó.

octubre 02, 2012

La música en tu living
me distrae
de conversar con tu mejor amiga.
Hablan de recuerdos
de días en los que no estuve,
días de anteayer.
El cambio de estación
en una ronda de miradas
que me indaga
como a un astronauta moldavo
o un checheno albino.
Quieren saber
¿soy tu locura o tu capricho?
Vos te sentís segura
pronunciás mi nombre
(¿lo habías ensayado?)
y tus ojos brillan
como invitados al mundo.
Me llevás de aquí para allá.
Y me presentás a tanta gente
que creo son como los chinos.
Y yo también miro y vuelvo a mirar
un tanto incómodo,
entre voces que gritan "Tierra"
como un Colón sin carabelas,
reconociendo el nuevo mundo.


Mi herida brilla frente al mar
cuando la luna te alcanza
y tu memoria
me dibuja lejos.
Alguien escribe en la playa:
“ya no vendrá a casa”,
“pertenece a otro hogar”.
Un rebaño de nubes me distrae
y de sus campos de alfalfa
salen manos que me indagan.
Y veo tu imagen
don de mi siembra
cuando te ví bajar del cielo.
Ilusión de vivir el mundo
del camino justo
fantasía de vía única
de edificios dorados
una vez y por siempre,
de mentiras y verdades
que confunden mi lengua
y la mezclan en tu palabra.
El camino dulce
te descubre.
Una caida del sol
intento escapar
burlar al mundo inmovil.
Bebo del aljibe de tu infancia
Donde nadie más llega
Donde soy un lobo solitario
Cuando el cielo abre
La arena de luz sobre la playa
Y desde allí me dirijo
A la última estación de tren
En que te vi marchar
A una galaxia Lejana
Y me arrullé al calor del magma
A mirar cómo las aguas bajan raudas
Y se llevan la ciudad.
Dáme tu palabra
Que la voceen las aves
Tu nombre
Jamás nombrado hasta hoy
Cuando despierte
En esta casa.
Y el sol se haga ceniza.