octubre 15, 2013

Aprovecho esta hora que no hay nadie.
Un poco cobarde
me digo: no lastimar el corazón.
Empaco mis cosas
sin olvidar mi boleto de tren.

agosto 02, 2013

Hermanas de sonrisas
danzantes
junto al río
sus racimos de algas
me recuerdan
frutos del mar adolescente
una calesita de peces que suben y que bajan
y tu cintura
el vendaval
que me atropella
de un alma a otra.

marzo 01, 2013

Te esperaba a la vuelta
de la esquina de Crotto.
Pasaron las horas.
Pasaron las horas.
Y me vuelvo.
Pero entonces empiezan:
Me habla el locutor por la radio.
Me habla el chico que cobra el peaje.
Me habla el avión con publicidad.
Hasta el surtidor de nafta, me habla.
Me dicen
que regrese y vaya a buscarte.
Estoy por hacerlo.
Juro que estoy por hacerlo.
Quiero ser tu Lord Byron
de las pampas.
Escribirte poemas en el cuerpo
con tinta china de tu sangre,
descender juntos a la oscuridad
donde somos lobos y somos ovejas
cambiando roles
un momento hombre lobo
otro, esclavo,
y que descubras
el dolor sin tiempo
el deseo en remolinos,
sin respuestas para dar.

Hundida en la desesperación
mordiéndote
clavándome tus uñas
buscándome
brillando tus ojos
tu boca ardiendo
entrecortadas las palabras
arrojándote al alma abismo
diciéndole adiós
a tu memoria
a todo lo que sabías hasta hoy.


febrero 28, 2013

En poco tiempo más
las luces van a amainar
entre las cosas menguantes
de nuestra mesa.
Como la luna.
Las hojas, los campos, los años
doblan la esquina
nos avisan con un guiño
que llega el otoño
que no hay tiempo que perder
cuando tu presencia no cede,
flashes de un film
que descorre el telón
vos en un auto
cruzando la calle
frente a un espejo
sonriéndome
en bicicleta
en sueños
en mi locura
cuando te espero a la hora de la cena
de regreso de viaje
a cada paso
como ahora
en esta plaza
bajo este sol
te hablo te habito
a mi lado,
mi viaje eterno.

enero 08, 2013

Quiero comer ravioles con vos.
Servirte dos platos.
Que me digas que estaban ricos.
Volcarte helado en la remera.
Y que me dejes limpiarte.
Que bajes la escalera
justo antes que yo.
Que me invites a subir a tu auto
cuando el mío
esta en el mecánico.
Escribirte una carta larga
(lapicera, papel y tiempo)
y descubrirla en tu bolsillo.
Leerte un cuento
que no puedas olvidar.
¡Comprar dos boletos de tren!
¡Bailar tango!
Después, verte reir.
Rodear tu cuello.
Y despertar.